Hoy fuimos con Diana a manejar bicicleta en La Caracola, porque ya sabe manejar sin rueditas, pero comoa habían muchos carros nos fuimos al Canódromo. Allí había una pista de carros muy chévere para manejar bici pero Diana se asustó porque se fue muy duro y como no sabía frenar se cayó. La llevamos para que aprediera a dar la vuelta pero no quiso. Y nos vinimos. Pero no le pierdan la pista a Diana porque seguramente va a aprender a frenar y a dar la vuelta.... Continuará.
Un espacio para celebrar la vida de Diana contar su historia, mirar sus días, su crecimiento, sus sonrisas y sus ocurrencias...
domingo, 30 de agosto de 2009
Diana aprende a manejar bicicleta
Hoy fuimos con Diana a manejar bicicleta en La Caracola, porque ya sabe manejar sin rueditas, pero comoa habían muchos carros nos fuimos al Canódromo. Allí había una pista de carros muy chévere para manejar bici pero Diana se asustó porque se fue muy duro y como no sabía frenar se cayó. La llevamos para que aprediera a dar la vuelta pero no quiso. Y nos vinimos. Pero no le pierdan la pista a Diana porque seguramente va a aprender a frenar y a dar la vuelta.... Continuará.
sábado, 29 de agosto de 2009
Este es un escrito de Diana a sus 6 años
yoesidolamejorcosaquelelapaladolavidademimama i tabiendedaniel
Un angel que llegó a mi vida para quedarse
La primera vez que vi a Dianita estaba muy pequeña, su mamá dice que tenía un año y ocho meses. Estaba en su casa y como Paty estaba haciendo algo me pidió que la cargara y en ese primer contacto visual que tuvimos el mundo se paralizó por un instante, al punto que la pequeña estaba inquieta, como llorando... y se calmó.
Desde entonces Diana ha sido parte de mi vida, la hija que nunca tuve, pero que siento como si fuera mía de verdad porque despierta en mí ese sentimiento paternal. Siempre le he dicho a Paty que yo quería una niña, y que Dios me la mandó en “extrañas circunstancias”.
Con Diana he compartido momentos inolvidables, paseos, cumpleaños, días del padre, vacaciones, días de playa, de montaña, viajes a Coche, navidades, semanas santas, carnavales, graduaciones, idas al cine, a comer, sobre todo sushi que le gusta mucho, parrilladas, piscinadas y hasta pijamadas; en fin, son poco más de cinco años juntos, pero parece toda una vida.
Como no querer y amar a una niña tan especial, como no agradecer a Dios haberme dado el privilegio de estar con “un angelito”, que como yo digo, vino a dar mensajes a este mundo, y vaya que nos los da a cada momento a nosotros: su familia. Es una niña preciosa por dentro y por fuera, es respetuosa, ordenada, inteligente, competitiva y amorosa… Y tiene un lunar junto a la boca … que sencillamente “mata”.
Hoy en día puedo decir que Diana llegó a mi vida o yo llegué a su vida para no separarnos jamás. Para recordarnos lo bella que puede ser la vida cuando hay una entrega total e incondicional. Para confirmar que el amor verdadero trasciende las fronteras de la consanguinidad, que con toda seguridad siempre hemos sido familia y en esta vida nos tocó reconocerlo en el momento preciso, porque el tiempo de Dios es perfecto…
Diana, yo no te quiero… Te amo
Desde entonces Diana ha sido parte de mi vida, la hija que nunca tuve, pero que siento como si fuera mía de verdad porque despierta en mí ese sentimiento paternal. Siempre le he dicho a Paty que yo quería una niña, y que Dios me la mandó en “extrañas circunstancias”.
Con Diana he compartido momentos inolvidables, paseos, cumpleaños, días del padre, vacaciones, días de playa, de montaña, viajes a Coche, navidades, semanas santas, carnavales, graduaciones, idas al cine, a comer, sobre todo sushi que le gusta mucho, parrilladas, piscinadas y hasta pijamadas; en fin, son poco más de cinco años juntos, pero parece toda una vida.
Como no querer y amar a una niña tan especial, como no agradecer a Dios haberme dado el privilegio de estar con “un angelito”, que como yo digo, vino a dar mensajes a este mundo, y vaya que nos los da a cada momento a nosotros: su familia. Es una niña preciosa por dentro y por fuera, es respetuosa, ordenada, inteligente, competitiva y amorosa… Y tiene un lunar junto a la boca … que sencillamente “mata”.
Hoy en día puedo decir que Diana llegó a mi vida o yo llegué a su vida para no separarnos jamás. Para recordarnos lo bella que puede ser la vida cuando hay una entrega total e incondicional. Para confirmar que el amor verdadero trasciende las fronteras de la consanguinidad, que con toda seguridad siempre hemos sido familia y en esta vida nos tocó reconocerlo en el momento preciso, porque el tiempo de Dios es perfecto…
Diana, yo no te quiero… Te amo
jueves, 27 de agosto de 2009
Un angelito llego a mi vida el 29 de Octubre del año 2002
tenía apenas 3 meses y medio en la foto
Cuando me mudé a Mérida por segunda vez no sabía muy bien la finalidad de mi vuelta, no me gustaba vivir en las montañas, pero igual me fuí con mi hija Vicky...no entendí que había ido yo a buscar en ese pueblo helado y paralizado en el tiempo llamado Mucuchíes hasta que el 29 de octubre de 2002 nació Diana, una sonrisa en mi vida, un ángel caído del cielo que vino a repartir sus mensajes de amor...no me dí cuenta de que era un ángel hasta que empezó a dejar a su paso las plumitas blancas caidas de sus alitas llenas de bendiciones... a los 3 meses de nacida nos vinimos a Margarita donde vivimos entre el azul del mar y el cielo, el lugar ideal para un ángel.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)